Mi perro tira de la correa. ¿Qué puedo hacer?
Es muy común ver en los parques o por la calle a personas que, en lugar de pasear tranquilamente a su perro, son arrastrados por éste. Se trata de situaciones en que las mascotas son las que lideran el paseo, en lugar de hacerlo sus dueños. De esta manera, un simple paseo se convierte en una lucha sin tregua entre el dueño y su mascota. Y, en el peor de los casos, los primeros pueden acabar sufriendo lesiones o caídas, además de mucho estrés.
Lo primero es que el paseo de nuestro perro debe ser una situación placentera y debe ser el dueño el que siempre, sin excepción, ejerza el control de la situación: debe ser quien lidere el paseo, marcando el recorrido, el ritmo y las órdenes. De lo contrario, pueden producirse situaciones peligrosas o de inseguridad que pueden afectar tanto a las personas como a los animales.
Una de las fórmulas para conseguirlo es el adiestramiento de contacto emocional. Este sistema se basa en educar al animal para que cambiar un comportamiento erróneo o peligroso, transmitiéndole seguridad, calma y mucha confianza. Es especialmente útil en el caso de los cachorros y de los ejemplares más jóvenes. Con este tipo de adiestramiento enseñaremos a nuestro perro a relacionarse mejor con nosotros mismos y con el entorno, así como con otros perros. Al final, conseguiremos que deje de tirar de la correa y disfrute de su paseo.
Un elemento importante: la correa.
Si tu perro tira de la correa cuando lo sacas a pasear, no es conveniente que utilicen correas cortas ni las llamadas correas flexi, esas que se alargan cuando el perro tira de ellas. El motivo es que no te ayudan a mantener el control durante el paseo, que es lo que buscamos.
Y, desde luego, tampoco consideramos convenientes el collar de púas ni los arneses que fuerzan las cervicales. Ambos sistemas pretenden controlar al animal mediante presión y pueden llegar a provocar lesiones en el perro.
Lo mejor es comprar un arnés antitiro, que consiste en un sistema que se tensa en la parte que rodea las patas delanteras cuando al animal tira. No producen ningún daño en el animal, pero sí que le incomodan lo suficiente como para hacer que afloje la marcha y se deje guiar. De esta forma, él solo irá cambiando el paso y el ritmo y te permitirá un mayor control durante el paseo. Será el dueño el que marque el ritmo de la travesía y el perro irá relacionando los efectos del arnés con el tipo de marcha y de conducta que mantiene.
En el mercado encontrarás varias marcas y modelos de arneses antitiro, en función de la raza y las dimensiones del perro. Y lo recomendable es probarlo varias veces dentro de casa, antes de salir con él a la calle, para que tu mascota se vaya acostumbrando a su funcionamiento.
Pero, todavía hay más recomendaciones que debes seguir…
Es importante que planifiques el paseo con mucha calma y lo plantees como un ejercicio de entrenamiento. No jalees al animal antes de salir, como si fuera a disfrutar de un momento de ocio. Eso llegará más adelante, cuando todo esté más controlado.
Por ejemplo, si empiezas a usar el arnés antitiro en casa, puedes ampliar en un momento determinado el paseo hasta la calle, sin previo aviso y como si fuera una prolongación del ejercicio. De esta manera, evitamos provocar emociones en el perro ante la salida y conseguiremos que actúe con más calma y tranquilidad.
Cuando salgas a la calle, aunque sea un recorrido muy corto, marca siempre un paso relajado y constante. Si el perro insiste en tomar otra dirección, gira 90 grados y cambia el itinerario que él quiere seguir. De vez en cuando, mándale que se siente y descanse. Las paradas cortas marcadas por ti también le enseñan a obedecer y lo calman.
Todo esto será efectivo, siempre y cuando respetes los momentos de ocio de tu perro. Debes proporcionarle ratos para correr y jugar libremente en tu compañía y así no relacionará el ocio con el momento de paseo, ya que lo hemos planteado como un ejercicio de adiestramiento canino.
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